Existen diferentes formas de gestión. Como en muchos temas, parte de la biblioteca aconseja una cosa y el resto, otra.
La gestión del marketing puede enfocarse, tal vez, de 2 maneras distintas. Una, a través de proveedores que se focalizan en brindar uno o más servicios requeridos por la compañía, y, otra, a través de un Proveedor Estratégico de Marketing (PEM) que coordina, según las necesidades y oportunidades, los servicios requeridos por su cliente.
El PEM asesora al cliente en qué hacer y con quién hacerlo, pudiendo ser con él mismo o con un tercero especialista en la temática de qué se trate. Este tipo de gestión es llamada integradora dado que el cliente sólo cuenta con un único interlocutor que es quien reúne y coordina los diferentes proveedores, según las necesidades y requerimientos que se presenten.
Para que ello suceda y la gestión sea exitosa, el PEM debe conocer cabalmente la empresa y comprender las problemáticas de la misma. Lo importante acá no es cuán bueno uno es en los múltiples servicios de marketing, sino en su capacidad de crear y mantener coherentes todas las comunicaciones de una organización y elegir los mejores proveedores posibles, dada una circunstancia, para resolver los problemas.
El PEM no es un experto en todas las herramientas, sino un especialista en comunicación que integra a excelentes jugadores de diferentes empresas para generar el mejor equipo posible para su cliente. La sinergia del servicio se da por decantación natural.
Contar con un proveedor estratégico puede ser más caro; se paga el costo de contar con consultores que asesoran y acompañan las decisiones de la alta dirección. Contar con proveedores particulares es más desgastante, pero probablemente más económico.
Tener varios proveedores tiene sus beneficios más allá de lo económico, entre otros, facilita la posibilidad de cambiar un proveedor, sin afectar la continuidad de un plan o programa. Por otro lado, apoyarse en un único proveedor de confianza, a quien felicitar o darle un ‘tirón de orejas’ por los resultados, permite al máximo responsable del área, dedicarse a lo importante y estratégico, por sobre lo urgente y operativo.
Si la decisión es sintonizar la comunicación, unificar los mensajes y ahorrar tiempo de gestión, contar con un PEM que coordine e integre los servicios requeridos, es la mejor opción.
Máximo Crespo
Gerente comercial
HRC Relaciones Públicas y Comunicación
EMBA UTDT 2005
Here's to the lazy ones...
Hace 1 semana.
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